viernes, 12 de mayo de 2017

LOCUMBA

La indiferencia y la abulia pueblerina se sacudieron repentinamente con agitación violenta, rasgando la tradición monotonía de la paupérrima condición en que allá por el año de 1700 constituía lo que es hoy, Locumba.
Resultado de imagen para LOCUMBAEra una mañana de radiante esplendor, justamente el 14 de setiembre, el viento parecía atronar de alegría en las cumbres, un sol rutilante avivaba el ambiente, los pajarillos que por designio de la naturaleza surcaban el espacio; le procuraban gracia especial al ambiente, dándole alegría además, con sus dulces y melodiosos trinos.La novedad cundió en el lugar, cuando un humilde labriego servidor de un hacendado español avistó la acémila de tan llamativas condiciones, rápidamente corrió a dar cuenta a su amo a la vez que a cuanta persona encontraba a su paso, con abultados caracteres daba referencia de la presencia del albo y brioso animal, pronto el vecindario de esa modesta poblada, en multitud hizo su presencia en el lugar de la aparición poseídos de la más viva inquietud. Miradas profundas y las más inquietantes interrogaciones se proferían; pues estimaban que el animal lígicamente tenía que tener un procedencia y desde luego, alquien quien le hubiera guiado hasta ese lugar. Pasaron minutos, y así una larga espera, pero, es el caso que ningún ser viviente foráneo o del lugar hacía reclamación o intercedía en favor de los bultos tan extraordinariamente rotulados.

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